Esta nueva producción se va imponiendo gradualmente hasta sustituir por completo a la producción de maquinaria agrícola a principios de los años ochenta.
Gracias a una sólida red de distribución, las grúas se han ido extendiendo por varios continentes para satisfacer las necesidades de clientes públicos y privados, civiles y militares, con un desarrollo considerable también en el sector naval.
A mediados de la década de 1980, la experiencia en el ámbito de los aceros de alta resistencia utilizados en la fabricación de grúas para camiones permite desarrollar la idea de diseñar equipos para el tratamiento de chatarra potentes, ligeros y fáciles de transportar. Así nace la primera prensa para chatarra transportable con dispositivo de descarga, lo que representa un verdadero punto de inflexión para Ing. Bonfiglioli en el mundo del tratamiento de chatarra.